domingo, 6 de julio de 2008

Prensa Diario El Mundo: El rincón de la magia y la santería

POR PABLO HERRAIZ

Hechicería. La Santería Milagrosa es un reducto en el corazón de la capital donde se puede encontrar de todo: maderas bendecidas, velas, estatuillas, bolas de cristal... Además, cuenta con santeros que realizan limpiezas de alma y rituales para encontrar trabajo o amor.










No es que sean cosas muy fáciles de encontrar, la verdad. Pero hay personas que realmente necesitan comprar todo eso. Y mucho más, claro. ¿Dónde se puede encontrar? Muy sencillo: en una santería. No es lo mismo ser chamán que santo. Ni es lo mismo hacer rituales en plan chapucero que hacerlos con propiedad. Y para eso, la Santería Milagrosa lleva desde 1997 surtiendo a santeros, practicantes, creyentes y supersticiosos en las calles de Madrid.



El negocio -porque en el fondo es eso, un negocio como cualquier otro- que en su día ontó Ricardo Salas ahora tiene cinco locales. Dos de ellos están en los aledaños de la Puerta del Sol, otro en Cuatro Caminos, en Noviciado y M. de Vadillo. En la santería hay todo tipo de objetos.Algunos pueden parecer absurdos y otros, directamente, lo son.



Pero en la Milagrosa se puede encontrar de todo, y ahí está su valor. Hay cintas mágicas de todos los colores, especias para rituales, estatuillas, estampitas, pedazos de madera, velas y figuritas. Y en los huecos que hay entre estos objetos se mezclan libros, tarots, pais y mais, hechizos, herramientas de santero, bolas de cristal y hasta tambores.




LA MEZCLA ES LA CLAVE
En la santería todo vale. Bueno, para ser precisos, la santería es mestizaje, mezcla cultural. ¿Cómo surgió la santería, qué es? Es complicado definirla, pero sobre todo es eso, mezcolanza.Su práctica abarca desde los rincones de África hasta las islas caribeñas, donde concentra su fuerza. Las tradiciones cristianas y animistas, los ritos populares y la superstición son los ingredientes de este cóctel.



Ahora, cada vez es más común en las calles madrileñas. «La inmigración ha traído consigo muchas prácticas que antes no existían», explica Ricardo. Y es cierto que los oriundos de Argentina, Chile, Brasil, Cuba y Ecuador, por citar algunos países, han importado sus prácticas religiosas. Allí hay millones de creyentes. «Pero también es cierto que un gran porcentaje de nuestros clientes son españoles, y concretamente, mujeres», continúa contando Ricardo Salas.
Hay mucho de exótico en esto de la santería pero, al final, las nativas de aquí son clientas preferentes. Su interés suele radicar en comprar barajas de tarot, pero también velas. Y las velas de la Milagrosa no son cirios normales. Algunas tienen forma de pareja, ya sea de chico y chica o de dos del mismo sexo. Otras velas son penes, cabezas de animales, tijeras.



Cada una tiene una utilidad. Incluso su color influye en los poderes que tiene. Por ejemplo, una vela-falo de color rojo ayudará a que el hechizado tenga más pasión, mientras que la de color negro se la quitará. También se puede lograr que al susodicho no le funcione el ‘cuerpo’ correctamente cuando esté con otra pareja.



Desde el pasado 11-M, quienes trabajan en la Milagrosa reconocen que las ventas de velas se han multiplicado. En realidad, más que por cuestiones esotéricas, la gente las ha comprado para ponerlas en los altares callejeros.



La colección de tarots que Ricardo tiene en su tienda de la calle de San Alberto es quizá la mayor de España: 700 barajas diferentes.Algunas son del tamaño de un sello de correos, otras tienen gran valor porque son de edición limitada. Y también hay tarots de Marsella, que son los clásicos.
«Todos los tarots sirven para lo mismo, y se utilizan igual.La diferencia es que cada uno se siente más a gusto con un tipo», cuenta Ricardo. De hecho, las cartas del tarot son todas iguales, pero están decoradas de diferente manera. Por eso, la interpretación es igual, pero cada uno elige los dibujos.

De Brasil viene la Pomba Gira. Ella es la mujer de Exu, su compañera.La Pomba Gira concede deseos. Es bella y coqueta, así que hay que tenerla contenta. Sus fieles le hacen ofrendas que van desde los regalos hasta la comida. Y ella decide si ayuda o no.




Las estanterías de la Milagrosa están plagadas de estatuillas que acompañan a la Pomba Gira: Eleggua, pais y mais brasileños, que son espíritus de antiguos esclavos; figuras de indios americanos, la Iemanyá o virgen del mar.



En este lugar los colores lo dominan todo, y su variedad enriquece la cultura popular de Madrid. Creer o no en la santería es asunto de cada uno. Puede ser igual de razonable que creer en otras cosas. De hecho, aquí tampoco faltan los motivos cristianos, como las estampitas o los santos.



Millones de personas en todo el mundo practican la santería, desde los suburbios más recónditos de Nairobi hasta el despacho presidencial de Brasil -Sí, se comenta que Lula también-. Al fin y al cabo, ¿por qué no poner un poco de magia en la vida?

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