martes, 8 de noviembre de 2016

Conversaciones con un Santero



Entrevista con uno de nuestros antiguos empleados


Changó me decía que yo había nacido para esta religión.

“La primera vez que me fui a consultar, sabía que espiritualmente tenía que irme a consultar con un Santero, mi prima me llevó a su Madrina. Empezó a barajar el caracol y ya en las primeras tres cosas que me dijo me quedé nockout. Cosas muy fuertes que nadie sabía, que quizás ni mi prima sabía de mí. Mi madrina me mostró un poco el camino. Ya de ahí me vino el primer Santo que fue Changó. Changó me decía que yo había nacido para esta religión; para practicar esta religión. No lo tomé –quizás– como obligarte a que seas religioso o no. Vamos a ver, fue lo que dije… vamos a ver si es verdad. Pasado el tiempo me fui interesando más, empecé a ir a tambores, empecé a ir a casa de mi madrina, a frecuentarlo… y recibí collares. Luego fuimos a casa de Orula a determinar mi Ángel de la Guarda. Cuando me determinan el Ángel de la Guarda, sale que me tengo que hacer Santo urgente o lo más rápido posible porque yo había nacido para esta religión y para poderme levantar mi cabeza tenía que estar dentro de la religión con la corona que es lo que llamamos coronarse el Santo o hacerse Kari Ocha que es verdaderamente como se debe decir de esto. Me hice Santo de la forma más rápida del mundo, y bueno, aquí estoy. Ya tengo 5 años de Santo hecho. Y mira, genial.”
Este empleado fue el Santero más joven que ha tenido Santería Milagrosa. Este venezolano luso descendiente, proveniente de una familia abocada a la tradición católica, comenzó a interesarse por la Religión Yoruba gracias a la influencia de su prima, quien es hija de Ochún. “Empecé a los trece (años) o antes, viendo cuestiones religiosas y barajeando las cartas siempre”, confiesa. “Fue algo que me nació. Hubo un momento en el que dije, yo quiero aprender las cartas del Tarot. Primero la baraja normal y luego las cartas del Tarot. Y empecé con el Tarot de una manera más espiritista, más vital quizás (que) como Santero.”Comenzó a consultarles las cartas a amigos, hermanos, parientes a pesar de ser ellos “muy cerrados para eso”. Alrededor de los 15 años comenzó a adentrarse de lleno en la religión. A través del rito de los collares, la mano de Orula que determinaron su Ángel de la Guarda.

Ángel de la Guarda
Cuando Elleguá lleva sus hijos ante Orula para que Orula determine su Ángel de la Guarda, el Aleyo tiene la opción de preguntar: ¿Quién cree usted que es su Ángel de la Guarda?
“Yo iba a decir Ochún, y dije Obatalá. Mi mente dijo Ochún y luego dije Obatalá. No sé por qué. Te digo la verdad, me pasó algo muy extraño y siempre con la incredulidad porque muchas veces fui un poco incrédulo. Luego de caminar en la religión empecé a notar cosas que yo dije: esto es fuerte.”
Ya después, al hacerse Santo, descubriría que Ochún, sería su madre.






¿Qué es la Santería?
Considero que la Santería es una mezcla de muchas cosas. Tenemos lo nigeriano pero también tenemos lo cubano. Ese cambio, esa transformación que llegó luego de que los negros vinieran de África con la trata de esclavos. Siempre tuvo que haber un cambio en sus costumbres, en su religión. Empezando por la sincretización de los Santos. No sé si conoces el proceso de sincretización… taparon un santo original con una figura religiosa católica. Empezaron a asociar al Santo Católico con el Oricha, con la Ocha. Obviamente por el culto muy grande que tenían los católicos, los blancos en Cuba y que muchas veces a sus esclavos no le dejaban, quizás en su totalidad, practicar (su religión). Empezaron a asociar a Changó con Santa Bárbara. Fíjate que Changó es el hombre más viril de la religión y Santa Bárbara es mujer. Un poco también el tema de los colores porque Santa Bárbara viene de rojo y blanco y Changó es rojo y blanco. Ochún, La Caridad del Cobre; Yemayá, La Virgen de Regla; Elleguá, El Santo Niño de Atocha o San Antonio también sincretiza a Elleguá; La Virgen de Las Mercedes es Obatalá… y Obatalá es hombre. La religión es una mezcla. De hecho, la religión, tratando de conservar lo que son los ritos nigerianos o los ritos que trajimos o que trajeron los negros en su momento, siempre se trató como algo muy secreto.
Kari Ocha e Ifá
Hoy en día muchas personas no respetan y divulgan los ritos de iniciación, los ritos en los cuales le hacen Kari Ocha a una persona o los ritos que le hacen Ifá a otra. Entonces, qué es lo que pasa, que la religión de una u otra manera se va desprestigiando. Por qué, porque no es que el conocer sea un desprestigio pero los ritos de iniciación para que estén hechos o bien fundamentados uno no debe conocerlos. Yo por lo menos no conocía nada de lo que era el rito de iniciación y para mí fue la vivencia más bonita. Lo haces con los ojos cerrados, estás todo un día con los ojos cerrados. ¿Por qué con los ojos cerrados? Porque tú todavía no estás preparado para ver y conocer la energía que conlleva el rito, para ver y conocer lo que estás haciendo. Hay una parte en la ceremonia donde se te da el permiso para abrir los ojos y para ver lo bueno y lo bonito. Y de verdad que es muy bonito sentir de esa manera, de neófito todas las cosas. Sentirlas, más que verlas o más que saber lo que viene, vivirlas, sentirlas, escucharlas. Es un momento muy muy bonito.
Y la religión es de adoración a los Orichas, ante todo, Dios, Olofi, no hay nada que se haga en la religión si no se le pide permiso a Olofi, Olorum, Olodumare que son las primeras palabras que se dicen en una oración; permiso a Dios y a todos los Santos: Ellegúa que es el que abre y cierra los caminos; Ochún que dicen que es la dueña del amor, la dueña de los ríos, de la riqueza. La religión es también un poco mitológica, cada Santo tienen algunos atributos. Por ejemplo, Changó, el rayo; Ochún, el río; Obatalá, el dueño de las cabezas. Todos se fueron repartiendo, eso nace de una historia. Olofi, Dios, le repartió a cada cual su atributo o lo que les pertenecía en la tierra para que ellos pudiesen trabajar para el bien de la humanidad.




¿A quién te refieres cuando hablas de Dios?
Al ente Creador… Cámbiale el nombre Alá, Yhavé… (En la Santería) tenemos Olofi, Olorum, Olodumare. Mucha gente por la sincretización, lo que veníamos hablando, lo asocian con Padre, Hijo y Espíritu Santo (Olofi, Olorum, Olodumare), es como un triduo que hacen porque forman parte de lo que es Olodumare, lo que es Dios en su inmensidad. Lo podemos llamar Olofi, lo podemos llamar Olodumare, lo podemos llamar Olorum. Olorum representa el Sol que en cierta parte nos representa la presencia de Dios que nos ilumina todos los días, algo así como el Espíritu Santo. Olofi es la divinidad que trae la presencia de Dios a la Tierra. Olodumare como tal es Dios sobre todas las cosas. Son distintas pero que conforman parte de una misma espiritualidad que es Dios. Al igual que sobre todo los Santos, (como por ejemplo) los Santos Católicos: San Expedito, San Francisco de Asís, Santa Clara; todos son Santos que por intermedio de Dios actúan. Al igual nuestros Santos (Orichas) por intermedio de la acción divina ayudan. El Santo es un comunicativo con Dios para interceder por la obra que se está haciendo ya sea de salud, de amor, de lo que quieras hacer… Más que de lo que quieras, eso se confunde muchas veces, de lo que los Santos quieran hacer.




¿Qué diferencias hay entre un Santero y un Babalawo?
El nombre de Babalawo significa el dueño de los secretos. Nosotros los Santeros somos los sacerdotes de la Ocha. Son dos tierras –como nosotros le llamamos– distintas: la Ocha e Ifá; el Santero y el Babalawo. El Santero se encarga del rito, más que todo, con el Santo, con el Oricha. Él (el Babalawo) habla por la boca de Ifá. Por ser el dueño de los secretos está un eslabón más arriba que nosotros jerárquicamente hablando. Sin embargo, es muy curioso porque cosas que puede hacer el Babalawo, nosotros no la podemos hacer pero cosas que puede hacer el Santero, no las puede hacer el Babalawo. Por ejemplo, hacerle Kari Ocha a alguien, hacerle Santo a alguien, iniciarlo como Santero no lo puede hacer el Babalawo. Ellos pueden iniciar como Ifá pero no como Santero. Poner collares de los Santos, el de Obatalá, considero que lo debe hacer un Santero. El Babalawo coloca collares también pero de Orula y de Santos que él entrega, Odua, de Santos que van a esa tierra (de Ifá). La Ocha: Obatalá, Ochún, Elleguá, Changó… todos esos nos pertenecen a nosotros los Santeros.
Caracol y Ékuele
Nosotros consultamos con un caracol, ellos consultan con el Ékuele que es una cadena con su concha de coco. Nosotros consultamos con caracoles, con la boca de Elleguá. Nosotros podemos tirar cartas, ellos no. Su único método de adivinación es Orula. Los Santeros que son espiritistas, o los santeros que son muerteros, por así decirlo, pueden consultar con cartas y con otros métodos. El Babalawo solamente consulta con el Ékuele. En esto consiste un poco la diferencia. El Babalawo es un rango mayor, como no, son los dueños de los secretos. Pero existe entre nosotros un equilibrio. Cuando hay que hacerle Santo a una persona, necesitamos de ellos para hacerle el registro de entrada, para determinar el Ángel de la Guarda y otros ritos. El Santero necesita de un Babalawo y el Babalawo necesita del Santero. Es un equipo.





¿La entrega de collares está establecida de esa manera en la Religión?
Hay distorsión entre ideas de muchas personas. Yo considero que el collar lo debe colocar un Santero porque le pertenece dentro de la religión ese tema. Ifá no va a entregar Obatalá, un Babalawo no te va a entregar Obatalá, el Santero te entrega a Obatalá. Ifá te entrega Odua, a San Lázaro, a otros Santos que pertenecen a ellos. Pero nosotros entregamos a Ochún… entonces, es como una contradicción, si tú no puedes entregar a Ochún o si tú no puedes parir un Ochún, ¿cómo le vas a entregar un collar de Ochún?

¿Como Santero, cuáles son los collares entregas?
Para el rito de iniciación del Aleyo o del extraño, el primer rito, son cinco: Elleguá, Changó, Ochún, Yemayá y Obatalá. Eso va a depender siempre del Ángel de la Guarda del Padrino. Si por ejemplo, yo soy hijo de Oyá, yo entrego, aparte de esos cinco, el collar de Oyá. Si yo soy hijo de Oggún, aparte de esos cinco, coloco el collar de Oggún a mi ahijado marcándole o representándole a mi Ángel de la Guarda de que ese es también un hijo que él debe que proteger porque vino a mi casa a buscar collares.
Primero debe colgarse el collar de Elleguá porque es el que abre y cierra caminos; va después un orden jerárquico. Luego vendría Ochún, Yemayá, Changó y en mi caso, Obatalá porque es mi Ángel de la Guarda. Sin embargo, los Santeros ponemos infinidad de collares que podemos entregar cuando entregas cada Santo; entregamos collar de Ildeú, de San Lázaro de Lucumí, de Inle, de Oyá, de Ogún, de Ochosi, de todos los Santos que pertenecen a la Ocha que son muchísimos. Pero, por ejemplo, no entregamos el collar de Orula porque el Santero se debe restringir a que esa parte es de Ifá y darle posición a lo que es Ifá.





Las personas que van a consultarse, ¿te piden que lo hagas con las cartas o con algún otro método en específico?
Nunca te determinan porque no saben, no conocen lo que es un Santero, lo que es un Babalawo. Simplemente, ¿y cuál es la diferencia? ¿Qué es lo mejor? ¿Qué es lo más asertivo? En el caracol son 16 números y nosotros llegamos hasta el 12. Los Santeros estamos autorizados por Olofi o por los Santos desde el 1 hasta el 12. Los Babalawos continúan hasta el 16. Como consultamos con los 16 caracoles, si nos sale un Número Mayor y conocemos de ese signo, le hablamos (al consultante) porque el deber de un religioso es también saber un poco qué va a explicar a una persona, qué es lo que está sucediendo, por qué te sale un signo de Ifá. Si puedes hablarle, háblale pero lo correcto es cerrar la consulta y mandarlo a Ifá. Para que Ifá lo termine de consultar porque hay cosas que están en manos, por ejemplo, de un cirujano, de un cirujano plástico, otras de un médico de la familia, un psicólogo. Es un poco eso.

¿Te cuentan los consultantes cómo se sienten?
No, la idea es que no. Tenemos distintas personas que vienen. La mayoría se quedan calladas. Siempre está la prueba: voy a probarlo, voy a ver qué me dice. Tú tienes tus métodos de adivinación y no tienes necesidad de hablar nada. Hablas todo lo que le está sucediendo. El Santo te debe de dar el conocimiento de poder interpretar lo que dice el Santo. No somos súper héroes, el Santo es el súper héroe, por así decirlo. Tú interpretas y le vas hablando. Igual con el tema de las cartas, interpretas las cartas que te están saliendo y le vas hablando a la persona y ésta se debe sentir identificada con lo que le está sucediendo en este momento, la solución, el problema, lo que vendrá en el futuro.


¿Cuál es el procedimiento para consultarse? ¿Cuál es el tiempo de la consulta?
Está estipulado que el tiempo de consulta sea de 45 minutos a una hora. Pueden consultarse por teléfono. Lo más recomendable es venir y hacerlo personalmente. Si siento la necesidad me quedo más tiempo con la persona. Si hay alguna situación en la cual el caracol no me cierra, tengo que quedarme más tiempo. Pero también tienes el tema de las personas que vienen con una lista de preguntas que tardarían 2 horas. Hay que tener en cuenta a los demás que vienen a consultarse. La religión se ve como una ayuda personal.

¿Cómo terminas, energéticamente hablándolo, después de una sesión? ¿De alguna manera te sientes cargado?
Somos humanos, y hasta a veces no tenemos ganas de consultar; es así. A veces amanecemos con ganas de trabajar la religión, a veces no. Pero ya cuando le llevas un ritmo y asumes una responsabilidad de esa religión -porque no es, mira, me resolví la vida con el Santo- el Santo de alguna u otra manera te manda a trabajar la vida con la religión. O a lo mejor no, y dice: Yo soy para ti, no me trabajes la religión. Trabaja en lo que tú quieras, pero en la religión no. Pero cuando el Santo te pone a trabajar en la religión y tú te esquivas, te sales… por ejemplo, en el caso de mi madrina ha sido así. En cierta parte, mi madrina no quería trabajar la religión, quería tener su trabajo en la calle, pero el Santo siempre le puso pegas y pegas, hasta que el Santo se salió con la suya. Ellos saben qué es lo mejor para ti, para tu vida. Y mi madrina de religiosa se siente muy llena, al igual que yo. Trabajando la religión nos sentimos bastante llenos.
¿Terminas cargado? Sí. Más que con el caracol, considero que con las cartas porque inviertes más energía espiritual. En el caracol, el Santo ya te viene manifestando y expresando todo lo que tiene la persona, los signos, si conoces. Hay que estudiar, esa es otra. No es nada más que te viene esto o lo otro. Para el caracol hay que estudiar. Hay que estudiar todos los signos, hay que estudiar refranes, hay que estudiar en qué signo se puede recomendar una yerba y en qué signo no. Cómo manejar todo el tema del caracol, eso hay que estudiarlo. Más que cargarte espiritualmente, debes tener un conocimiento con el caracol. Al igual que muchas veces sales cargado por las personas pesimistas. Personas a las cuales le dices: mira, tienes esto y esto… -“Sí, es verdad lo tengo.” (responden)- pero te va a venir una cosa mejor y te dicen: “No, yo no creo. Me viene cosas peores.” La gente pesimista es la que más te carga.

Igual que con las cartas del Tarot, de alguna u otra manera, sales cargado cuando las personas tienen una mala influencia. Porque ahí llega un momento en que necesitas compartir energía, necesitas que te llegue la energía de la otra persona para poder y saber interpretar qué es lo que siente, cómo está, cómo vive, qué es lo que le está sucediendo. Si está en una depresión por amor, si tiene problemas en casa, en el trabajo. Eso de una u otra forma te lo expresa con energía la otra persona. Es por eso que la mayoría de las personas cuando consultamos, de una u otra manera, nos quedamos cargados. Por ejemplo, en un día entero de consultas con cartas del Tarot sales bastante cargado con la espalda que no puedes.

¿Y qué haces?
Un poco limpiarme. Siempre el Santero debe de hacer el Ebbó. El Ebbó es limpiarse, el Ebbó es ofrendar a los Santos. Limpiarte con frutas, flores, hacerte baños espirituales también. Limpiarte con huevo al pie de Elegguá. El Santero siempre debe limpiarse porque si no, llega una gota en la copa, una gota, hasta que se llena… O un día dices, no voy a consultar más por lo mal que te sientes, porque son dolores de cabeza. Depende de cómo lo canalices, muchas veces da hasta ganas de vomitar. Suele pasar por la carga de lo que pueda tener la otra persona. Si la persona tiene una carga física, un dolor físico, en lo que respecta a las cartas del Tarot, con el Tabaco, con consultas espirituales como tal, te repercuten a ti.



¿Se fomenta dentro de la Santería el que las personas tengan una búsqueda interna, espiritual y que no dependan de ella solo como la barita mágica que da solución a sus problemas?
Exactamente. Para mí, esta religión, y es lo que les hago ver a mis ahijados, debe de verse como eso, una religión, una forma de crecer espiritualmente. Una forma de conocer, de madurar. Leyendo el Oddún, leyendo el signo, estudiando la religión vas a madurar; y trabajando la religión, aún más. Por qué, porque se sientan al frente tuyo, no sé cuántas veces al día, gente con problemas peores que los tuyos, menores que tú… el Santo le da una solución al cual tú dices: Bueno mira, fíjate, esta solución es buena. No se la estás dando tú, se la está recomendando el Santo. Entonces, de alguna u otra forma, maduras; maduras tú como persona y ayudas.
Comercio de la religión
La mayoría de las personas, sobretodo acá (en Santería Milagrosa), lo que vienen a buscar son curiosidades. Más que ver una religión como tal, buscan curiosidades. Eso es un signo que se llama “barabeli” que es la venta de la religión, del comercio de la religión. Muchas veces, los consultantes vienen, les resuelve y se olvidan de que esta persona existió hasta que tenga un problema y venga otra vez. Es normal. Considero que los humanos somos así y más en esto. ¿Por qué? Porque no está estipulado en la cultura española y en muchas culturas de que se vea esto como una religión de oración igual que los católicos, igual que el musulmán; sino como un esoterismo que va y viene. Pero esto es una religión en la cual se cree en Dios, en la cual tú tienes una base espiritual y empiezas a crecer espiritualmente a medida que vas creciendo a la par de la religión.
Amarre
Muchas veces las personas dicen, “quiero un amarre”. Vamos a ver qué es lo que quiere el Santo. Se consulta, se ve. Mira, el Santo dice que es el hombre de tu vida, que por situaciones en este momento, se está alejando de ti o te lo están quitando. Más que un amarre, vamos a hacer un endulzamiento, dice el Santo. ¿Para qué? Para que vuelva a ti. No le estás, como tal, forzando la voluntad, pero sí endulzando las cosas entre tú y él porque si hay amor verdadero, el Santo va a decir que sí. Si te conviene la persona, el Santo va a decir que sí. Pero si la otra persona está esclavo de eso, es muy probable que el Santo te diga que no.
Anécdota
Eso me sucedió con una consultante que me gritó y me dijo: “Yo quiero eso. Yo te estoy pidiendo un servicio y tú me lo tienes que dar.” Religiosamente, considero que la voluntad de los Santos está por encima de un capricho. ¿Qué pasó con la consultante? Le dije, mira, vamos a hacer otro rito en el que se te depure a ti y se te ayude a que tus energías cambien; y ahí si quiere la persona, tratar que la otra vuelva. Pero un amarre no te lo puede hacer porque aquí, Obatalá, mi Ángel de la Guarda, -me acuerdo- me dijo que a esta persona no le convenía hacer un amarre porque si volvía o se hacía un amarre con esa persona, iba a venir la destrucción de su vida. Entonces, ¿para qué vas a hacer un amarre? ¿Para destruirle la vida a alguien? Como religioso tú te tienes que fundamentar. Es verdad, nosotros trabajamos para el mundo pero no todas las cosas que pide el mundo, se las tenemos que dar. Porque somos religiosos. Ante todo, somos religiosos.



Muchísimas gracias, por compartir tus experiencias como Santero con nosotros. Por el servicio que entregas a nuestra humanidad y, sobre todo, por tu integridad. Ashe, mi hermano.




El Santero,



Santería Milagrosa
(34) 91 524 01 42
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(C/ San Alberto, 1 -Esq. Montera, 23. Metros: Sol, Gran Vía)




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