Santería Milagrosa ofrece un sinfín de productos y recetas «mágicas»
ROSA DE LAS NIEVES / Especial para EL MUNDO MADRID.-
De Yoruba, Ewe y Nagó (Nigeria) llegaban barcos de esclavos hacinados a Latinoamérica. A aquellos africanos se les prohibió, desde el principio, poner en práctica sus religiones. Sin embargo, para conseguirlo, sincretizaron sus creencias con el catolicismo. Hoy, la práctica de la santería se mezcla con otro tipo de cultos en una tienda madrileña llamada Santería Milagrosa.
En la tienda, única en España, y donde moran todas las religiones, se mezclan San José, el demonio y un sinfín de hierbas, fluidos, velas y fetiches. Exú Beludo es el diablo dueño de los caminos. Muy apreciado en la magia negra, proviene de Brasil.
Castigos espirituales
En otra estantería, bolsitas de tierra de cementerio, serpientes de dos cabezas y féretros de cera y madera se venden para desear la muerte al enemigo.
«Se trata de castigos espirituales, muy propios de las religiones afroamericanas y de la cultura popular, que sirven tanto para el bien como para el mal. Porque lo que es bueno para mí, puede ser malo para ti», comenta a EL MUNDO, uno de los propietarios del establecimiento.
Este argentino, junto con su socio Luis Salas, decidió abrir esta tienda madrileña, hace 15 meses, ante la falta de productos típicos para practicar la santería y por su gran demanda.
Los castigos espirituales, considerados como el mal de ojo, son eficaces en un 80% de los casos. «Sin embargo, no conozco ningún caso en el que se haya matado a alguien, porque es muy difícil quebrantar la voluntad de una persona», añade el argentino.
La receta del pene rojo
Los productos llegan de Cuba, Brasil, Argentina y Venezuela. Con más de 5.000 clientes, están pensando en abrir otra tienda en el centro de Madrid. Incluso, tienen una página en Internet donde se explica en qué consiste la santería, los productos que venden, para qué sirven las deidades afroamericanas y recetas para todo tipo de situaciones.
«La receta del pene rojo es una vela, en forma de pene, muy utilizada para dominar esta parte del hombre. Cogerlo y escribir el nombre de la persona que hay que dominar. Untar con manteca de cacao, coger fluido vaginal y frotarlo durante 5 minutos pidiendo lo que se desea. Dejarlo envuelto en un trapo blanco de 3 a 7 noches...» Los productos para realizar este tipo de ceremonias cuestan una media de 1.000 pesetas.
En la tienda está el santero Norberto Hernández: «Sólo los cristianos pueden entrar en la santería, porque es un sincretismo entre la religión católica y la religión africana. Cada persona tiene un santo que la guía y la ceremonia de consagración, que sería el bautismo, dura siete días. Los tres primeros son para acoger al santo, y los restantes para recibir la pleitesía y los regalos de la gente. Y, durante estas ceremonias, se sacrifica a aquel tipo de animal del que se nutre este santo».
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